Alejandro y Ana: lo que España no pudo ver del banquete de la boda de la hija del presidente

🌟🌟🌟🌟

En el año 2002, cuando España era una marea azul de votantes del PP y el fin de la Historia parecía cernirse sobre nuestros dominios, los izquierdistas menos perspicaces y más derrotistas -entre los que llevo largos años militando- pensábamos que la boda de Ana Aznar iba a ser la fiesta inaugural de un Cuarto Reich que duraría mil años y lo que nos rondaría la morena.

Los Aznar, en el bodorrio, rodeados de los mamporreros más granados de nuestra sociedad -algunos tan ansiosos de bajarse los pantalones que ya llegaron a la ceremonia con ellos en las rodillas- estaban prolongando una dinastía que iba suceder a los Borbones y rememorar a los Austrias, y reivindicar el buen nombre de los Trastámaras que acabaron con el moro y crearon la unidad indisoluble de la Patria. Los rojos más pesimistas estábamos convencidos de que Aznar I el Fundador, a fuerza de ganar elección tras elección -porque la gente ya parecía definitivamente idiotizada, y todos se creían parientes de Gordon Gecko porque compraban pisos sobre plano- aboliría la democracia entre una salva de aplausos del Congreso y más tarde del populacho, como ocurría en La venganza de los Sith cuando el senador Palpatine tomaba la palabra para cargarse a la República.

    Entre los amigos hablábamos medio en broma medio en serio de exiliarnos a Francia, a Canadá, a Tegucigalpa Oriental, no a Cuba, precisamente, que allí hace un calor de la hostia y hay muchos mosquitos en los cañaverales. Y en esas estábamos, en el año XXVIII de la Restauración Borbónica, I de la Monarquía Paralela de los Aznar-Botella, cuando los guerrilleros dialécticos del grupo Animalario parieron esta burla sacramental, esta caricatura despiadada, y gracias a ella empezamos a intuir, con una sonrisa todavía forzada, con un optimismo todavía embrionario, que los Aznar-Agag y los miembros de la Corte iban a instaurar un Reich Ibérico que terminaría cayendo por el propio peso de la soberbia. Apenas duraron dos años más en el poder...



No hay comentarios:

Publicar un comentario