Tres anuncios en las afueras

🌟🌟🌟🌟

En los 23 años que llevo en La Pedanía nunca se ha producido un crimen tan tremebundo como este de la película. La gente de aquí es muy particular, más bien tirando a lo cejijunto y a lo cerril, pero no produce psicópatas asesinos ni violadores de chavalas. Que uno sepa... Y los peregrinos, cuando pasan, en los cinco minutos que tardan en atravesar la calle principal, nunca cometen una barrabasada que luego tenga que investigar el cuerpo de policía. A veces, entre los oriundos, se producen insultos, peleas, discusiones sobre lindes... Acaloramientos de bar cuando juegan el Barça y el Madrid e interviene el videoarbitraje. Pero nada que desemboque en un guion truculento al estilo de Jolivú.

Pero si un día ocurriera algo grave -Dios no lo quiera- tenemos anuncios en las afueras para dar y tomar. Si en Ebbing, Missouri, Mildred Hayes solo tenía tres paneles disponibles para denunciar la parálisis policial, aquí, en La Pedanía, Castilla y León, habría tenido decenas de ellos para expresar su contrariedad. En eso, la verdad, vamos sobrados de material, porque para llegar hasta aquí hay que atravesar un polígono industrial en el que se venden coches y sofás de todos los colores, y cada negocio cuenta con su anuncio particular, enorme, bien visible para cualquiera que pase conduciendo o jugándose el pellejo en la bicicleta.

Hay un cartel, en concreto, que convoca todas nuestars miradas. Las masculinas por el deseo y las femeninas por la envidia. Ese jamás se lo dejaríamos a Mildred Hayes para que dejara patente su cabreo. Entenderíamos su dolor, pero le ofreceríamos otros carteles para desfogarse. Y si insistiera en ese, incluso pagando el doble de lo establecido en el contratro, convocaríamos un pleno vecinal para votar a mano alzada y evitar que nos dejara sin el recreo de la vista. El cartel del que yo hablo anuncia una tienda de sofás situada en la carretera de Galicia: en él sale una zagala esbelta y rubísima que lejos de atraer la mirada sobre el producto, la secuestra sobre su presencia, produciendo algo así como un efecto antipublicitario. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario