Las diabólicas

🌟🌟🌟

El problema de haber nacido en los años setenta es que uno se crió en una colonia norteamericana, con las grandes salas alquiladas a sus películas, y con las televisiones –que sólo había dos- vendidas a su dólar todopoderoso. Uno no vivió de adulto la Nouvelle Vague, el cine de Kurosawa, las fantasías de Fellini. Uno se ha criado con Spielberg, con George Lucas, con las persecuciones de coches y los disparos a cascoporro. Uno no ha mamado la sensibilidad de lo francés, la sutileza de lo japonés, la mediterraneidad de lo italiano... Todo esto lo ha aprendido después, tomando apuntes por su cuenta, en clases sueltas, en un aprendizaje incompleto y defectuoso. Uno es hijo de Indiana Jones y El Coche Fantástico, de Regreso al Futuro y Starsky &Hutch. De La Guerra de las Galaxias y de Jerry Seinfeld soltando gansadas, aunque luego vote a la izquierda y grite Yankis Go Home en las manifestaciones, junto a las rojas más guapas del barrio.

Es por eso que uno, avergonzado, imbuido del espíritu inconformista de los cinéfilos, a veces se lanza a rescatar las obras maestras del pasado europeo. Uno ve, por ejemplo, en este domingo plomizo sin fútbol y sin amantes, Las diabólicas, thriller modélico del director francés Henri-Georges Clouzot. Y al principio, la película, promete, pues, aunque viejuna, resulta intrigante, misteriosa, como de un Alfred Hitchcock afrancesado. Pero ¡ay, la herencia cultural! ¡Ay, el bagaje que uno lleva a las espaldas! De repente, muchos minutos antes del final, a uno le sobreviene la intuición certera del diabólico desenlace, que todo lo chafa. Y no es la inteligencia, desde luego, siempre tan roma en estos asuntos. Lo que pasa es que uno recuerda que hace años Isabelle Adjani y Sharon Stone ya planearon el mismo crimen en su televisor, en un remake norteamericano que para nosotros, los cautivos de su Imperio, fue el primer make. Inolvidables, en su belleza, la morena y la rubia. Maldita sea,  mi suerte.

"¡No seáis diabólicos! No destruyáis el interés que vuestros amigos podrían obtener de esta película. No les contéis lo que habéis visto. Os damos las gracias de su parte." Con ése rótulo (sic) de advertencia finaliza Las diabólicas. Nada dice de los remakes que en el futuro convertirán su originalidad en redundancia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario